Digital media vs. Ad blockers

Digital media vs. Ad blockers

El negocio del dato mueve al año más de 300 mil millones de euros. A día de hoy, es difícil pensar que los servicios gratuitos de Internet lo sean realmente, porque, por suerte o por desgracia, “el dato es el nuevo petróleo”.

 

Una de las principales formas en las que se monetiza el dato es mediante su explotación publicitaria, la cual se ha visto mermada durante los últimos años por los Ad Blockers o bloqueadores de anuncios.

 

Estos bloqueadores crean en algunas ocasiones un peaje entre los internautas y los anunciantes, dando la posibilidad a éstos últimos de evitar el bloqueo a cambio de una contraprestación económica. Es decir, los Ad blockers se benefician directamente de la actividad publicitaria, es por ello que realmente no son opositores de la misma.

 

Para evitar este tipo de irregularidades, uno de los grandesAdblock Plus, creó en marzo de 2017 un comité independiente denominado “Acceptable Ads Comittee”, encargado de seleccionar qué anuncios quedan sin bloquear y pasan a formar parte de la “lista blanca” de anuncios que se consideran no intrusivos ni abusivos. Sin embargo, no todos los anunciantes están gestionándose a través del comité, sino que los grandes como Amazon, Google o Microsoft los sigue gestionado Adblock Plus.

 

Esta lucha virtual entre anunciantes, los medios y los bloqueadores se ha convertido en judicial. Así, diversas autoridades como la francesa, la alemana o la sueca, se han pronunciado a favor de los bloqueadores de anuncios, estableciendo su legalidad e indicando que no existe ninguna relación contractual que obligue a los usuarios a visualizar el contenido publicitario.

 

Ante semejante panorama, los medios han optado principalmente por dos soluciones:

 

La primera, consiste en impedir el acceso al contenido web hasta que el usuario no deshabilite el adblocker.

 

Como era de esperar, ante esta solución, los bloqueadores han contraatacado mediante un anti-anti-adblockers, un script que crea la apariencia de que el bloqueador de anuncios no está instalado en el navegador, y permite navegar con normalidad y sin anuncios por la web.

 

La segunda opción, ha sido adoptada por algunos medios como los periódicos digitales. Se basa en establecer una cuota o suscripción para poder acceder y visualizar el contenido. No obstante, esta solución no parece ser viable para todos los medios y tiene menos acogida, resultando impopular para los usuarios, cuando tienen la información gratis en otros medios.

 

Actualmente, no parece existir una única respuesta o solución, porque si bien los usuarios no están dispuestos a aceptar formatos publicitarios demasiado invasivos o molestos, por otra parte, es evidente que los medios online necesitan de los ingresos publicitarios para poder mantener un modelo de negocio que sin coste para el usuario.

 

Si el mercado publicitario no es capaz de autorregularse, es probable que los poderes legislativos tomen cartas en el asunto (y normalmente protegerán al consumidor).

 

Marina Medela

Departamento Legal

Áudea Seguridad de la Información